Meliponicultura
Trabajo o manejo de abejas sin aguijón (melíponas) que se encuentran ubicadas casi en todos los ecosistemas de Centro y Sur América, siendo de gran importancia para los mismos pues contribuyen a su protección y conservación mediante la polinización.
«Curiosamente, mientras que los apicultores de los países templados mantienen una sola especie de abejas de la miel (Apis mellifera), la meliponicultura usa cientos de especies de abejas sin aguijón. Por esta razón, no es posible establecer prácticas de manejo comunes para trabajar de manera uniforme todas las especies de abejas sin aguijón. Ciertas especies prefieren mantener las crías y almacenar la miel de una manera completamente diferente que otras especies. Estas diferencias requieren diversidad en ambos tipos de colmenas y metodologías de mantenimiento de las abejas sin aguijón. Podemos decir que cada meliponicultor debe adaptar sus prácticas de producción a las especies de abejas que maneja y al clima de la región. En consecuencia, a diferencia de la apicultura, en la meliponicultura hay mucho menos uniformidad en los métodos de crianza de estas especies».
Ricardo Andrés Díaz Meraz; Blog El Zamorano; Honduras.
Melíponas
Son abejas de buen tamaño con vellosidad visible y están entre las abejas mayores nativas de Latinoamérica, y no se encuentran ningún otro lugar del mundo. Están muy ligadas a los bosques y selvas nativos y se encargan de polinizar el 80% de plantas de su entorno.
Son 100% indispensables para la conservación de los ecosistemas en los que se encuentran.
Entre las melíponas se encuentran abejas de tamaño pequeño hasta unas de gran tamaño como la Melípona fuliginosa, que es la más grande registrada hasta hoy, aunque todas pertenecen a la tribu Meliponini (Hymenoptera, Apoidea), que corresponde a uno de los muchos grupos de abejas nativas de América Latina. Se pueden encontrar melíponas de diversos colores, unas son opacas y otras de tonos muy vivos y son muy fáciles de distinguir de las demás abejas por su forma robusta y acortada.
Además de ser importantes polinizadoras, también son dispersoras de semillas que a su vez utilizan para la construcción de sus nidos. Las melíponas son las únicas abejas que transportan semillas de una sola especie de árbol y a diario las ingresan siendo posible encontrarlas en el interior de las colonias (mezcladas al geoprópolis en los basureros y fisuras) y también en el exterior, cerca de la entrada de las colonias, como resultado de la caída de esas semillas de las corbículas durante el vuelo de las obreras.
«Este tipo de abejas se clasifica taxonómicamente dentro de la tribu Meliponini (Hymenoptera, Apoidea), que corresponde a uno de los muchos grupos de abejas nativas de América».
En cuanto a la manera de la nidificación, podemos decir que estas especies en su totalidad habitan o anidan en cavidades de los árboles o troncos pero nunca en tierra y rara vez en rocas, tienen una técnica espectacular para construir su hogar utilizando diversos materiales que al unirlos o mezclarlos forman un concreto bastante duro. Utilizan para su elaboración cera, propóleos, semillas, greda o barro, piedras, sustancias salivares o agua; quedando así aislado de peligro y del frio. También se pueden encontrar melíponas con envolucro o sin envolucro (material utilizado por la mayoría de abejas para cubrir sus huevos y que ayuda a la termorregulación de la temperatura de sus nidos). Es extraño encontrar una melípona sin envolucro.
¡Además es algo maravilloso poderlas tener!
Por : Johnny Cuéllar Núñez, miembro del Colectivo Abejas Vivas.